domingo, 30 de diciembre de 2012

Feliz año y ...


Para que ya pasaron por aquí, que leyeron y compartieron, con paso a veces invisible, con huellas de mensaje y sonrisa, acompañando este azaroso camino de la escritura: Feliz año y ...

MUCHAS GRACIAS

Uno y dos las olas,
dos y tres la sal,
cuatro la ballena
que canta en el mar.

Cinco y seis la fronda,
siete la mitad
de los muchos sueños
que sueña el jaguar.

Ocho el escondite
y nueve el minué
que baila la araña
sobre la pared.

Diez una manzana
dulce como usted,
once muchas gracias,
doce no hay de qué.


María Cristina Ramos
Las sombras del gato 
Panamericana Editorial
Colombia



miércoles, 19 de diciembre de 2012

Martín Marinero


Agua de mi charco
velita velero
soga de piolín
piolinero.

Charco de mi barco
Martín marinero
mares de aserrín
carpintero.

Pico del oleaje
barquero de viaje
se moja de mar
tu equipaje.

De viaje viajero
Martín marinero
en esta orillita
te espero.


De Un sol para tu sombrero
María Cristina Ramos
Editorial Sudamericana

Presentación de Únicanuez, en la Noche de Librerías. 

jueves, 13 de diciembre de 2012

Únicanuez - canciones y papeles recortados

La Noche de Librerías




Música infantil sobre poemas de María Cristina Ramos
Margarita Artusi; voz.
Cecilia Espósito; bajo y voz.
Germán Frers; piano.
Natalia Méndez; dibujos recortados y retroproyección.
Antonio Santa Ana; guitarra.

Este sábado 15 de diciembre, Corredor Corrientes 
Av. Corrientes al 1400. Living 2
Evento gratuito

¡Los esperamos!


miércoles, 28 de noviembre de 2012

Lectura de poesía en la escuela




El pez que no se ve

Copa de mar


En agua dulce hay un pez 
que nada un azul de copa 
y que sueña con el mar. 

¿Sabrá el mar 
que hay un pez 
que lo guarda en su soñar?

¿Sabrá el mar pequeño 
que hay un pez 
que lo guarda en su sueño?

¿Sabrá el mar lejano 
que hay un pez 
que lo extraña en mi mano?

Hay un pez en algún lugar 
que está soñando con el mar.
        

Fuente: Cuatrogatos libros para niños y jóvenes

lunes, 12 de noviembre de 2012

Únicanuez


 
El barrio de Belgrano ya había abandonado sus aires venecianos y el domingo brillaba en este pre verano porteño. Debutaba oficialmente Únicanuez. La banda con Antonio Santa Ana en guitarra, Cecilia Espósito en bajo, Germán Frers en teclados y Margarita Artusi en percusión y voz. Cuenta además con las proyecciones de papercut de Natalia Mendez. Cuatro editores y una psicóloga. Quizás para mantener la cordura.
Para complicarla aún más. Eligieron los poemas de María Cristina Ramos para transformarlos en música. Un verdadero desafío, que lograron completamente. Las canciones respetan los ritmos sonoros de los poemas. Juegan con ellos en las aliteraciones. Y lo más importante; las melodías transmiten la sensación que dejan en el paladar los poemas: la maravilla de descubrir, la savia en las plantas y la vida en los animales, un poco de melancolía y sobre todo alegría, mucha alegría. Lo mismo pasa con las ilustraciones en vivo de Natalia Mendez, a veces representando el poema – canción y a veces generando climas de formas y colores.
Inboccaluppo, una hermosa casona, fue el lugar elegido para el debut. Los viejos tomamos asiento en las mesas del salón. Los chicos tenían ubicaciones exclusivas sentaditos adelante. Lo disfrutamos un montón, y ellos más. Bien quietitos, aplaudiendo los estribillos, la pasaron re bien.
Para los que se quedaron con las ganas o ahorita se están enterando, Únicanuez tocará durante la noche de las librerías, el 15 de diciembre. ¡Agendar!

A continuación les dejamos dos poemas completos, para ir armando el cancionero:

El color de los flamencos



Perdido estaba en el cielo
el color de los flamencos,
y ellos andaban de Blanco
en un lago de silencio.
Lentas patas, largo andar
duda en los ojos abiertos
En el agua se miraban,
con un blanco desconcierto.
De la web de la autora





Abrir la ventana


Imagen pertenece a la presentación de los créditos .
Correr la cortina,
abrir la ventana,
mirar la amarilla,
flor de la retama.

Subir la escalera,
cruzar la terraza,
buscar la menuda
luz de la torcaza.

Cazar una nube
de sueño que pasa
llenarse de cielo,
volverse a la casa.

En “La luna lleva un silencio”.
María Cristina Ramos.
Sopa de Libros. 
Aique Grupo Editor S. A.

lunes, 22 de octubre de 2012

Para las madres que habitan la memoria.



AGUAMADRITA


Dónde estarás me digo y me arrebujo
en los rincones donde me querías
donde nos amadrabas en silencio.
Oigo tu hablar cortado pasto limpio
arrancado a tirones de tu aliento
agua de viejo cauce agua valiente
de mi sola palabra aguamadrita.
Tu mano entrelejana me desbasta
de todas mis hendidas enterezas,
de tu sombra me vienen los veranos.
Mas te vas en sigilos nuevamente
madrugada de fábrica y sirena
y yo espero de angustia y sin abrigo
tras los postigos de una casa quieta.
Aguamadrita, el mundo se hizo añicos
y ando de tierra en tierra buscando sus pedazos.
Si ves pasar un ay guarda silencio
o mejor canta un poco con tu voz de mañana.
He perdido las brújulas sedosas de tu sangre
y llueve todo el día sobre mi libro abierto.


En un claro del mundo
María Cristina Ramos
Editorial Ruedamares, 2012


Foto: Para las madres que habitan la memoria.

AGUAMADRITA

Dónde estarás me digo y me arrebujo
en los rincones donde me querías
donde nos amadrabas en silencio.
Oigo tu hablar cortado pasto limpio
arrancado a tirones de tu aliento
agua de viejo cauce agua valiente
de mi sola palabra aguamadrita.
Tu mano entrelejana me desbasta
de todas mis hendidas enterezas,
de tu sombra me vienen los veranos.
Mas te vas en sigilos nuevamente
madrugada de fábrica y sirena
y yo espero de angustia y sin abrigo
tras los postigos de una casa quieta.
Aguamadrita, el mundo se hizo añicos
y ando de tierra en tierra buscando sus pedazos.
Si ves pasar un ay guarda silencio
o mejor canta un poco con tu voz de mañana.
He perdido las brújulas sedosas de tu sangre
y llueve todo el día sobre mi libro abierto.


                                                  De En un claro del mundo
                                                    María Cristina Ramos
                                                    Editorial Ruedamares, 2012


lunes, 8 de octubre de 2012


Inicios de septiembre. Participación en Leo en Patagonia, Jornadas del IFD 9, de Centenario, Neuquén. Reflexiones en torno a la literatura para niños y también presentación de mis libros más recientes a docentes y estudiantes. 




Arriba con Ricardo Costa, director y poeta. 
Abajo, compartiendo "¿Dónde está?", desventuras y alegrías de un lobo que aprende a escribir. 

Golondrinas



El cielo se puso oscuro
como escrito en letras finas,
pintado de hilitos negros,
cielo gris de golondrinas.

El viento las asistió
con rumbos en las esquinas
donde se cruzan las dos
corrientes de brisa andina.

Peces de sombra en el aire,
sombra de azul peregrino,
nubes que dejan pasar
nube cargada de trinos.

Una llevaba un dedal
con hojas de tamarindos;
otras, piedritas de sal
para marcar el camino.

Como cola de cometa
que muy lejos se ha perdido,
las hemos visto pasar
aunque estábamos dormidos.


De Rondas del agua
Nostra Ediciones

domingo, 16 de septiembre de 2012

Las puertas secretas del bosque para bibliotecarios.


Egresados del 2° año de Las puertas secretas del bosque para bibliotecarios de la región. 

Lo coordiné desde Casa de las Leyes de Neuquén, con el acompañamiento de Viviana Romani.  



Compartimos y celebramos el estado de avance de los proyectos de lectura. 





Proyectos que se movieron en el espacio y unieron lectores de secundaria con los de primaria; de bibliotecas con escuelas, y distintos niveles de una escuela con propuestas compartidas. 





Unidos en la alegría de una tarea con dificultades y muchos logros. Y que nos dio aire para seguir. 




lunes, 10 de septiembre de 2012

Visita a la Escuela N°121


Dos secciones de grado que habían leído "Ruedamares, pirata de la mar bravía".  También son buenos lectores de poesía, gracias a Carli Rizzo y otras bellas docentes que los acompañan a leer y a escribir. Un encuentro muy bello, con preguntas de mar y de meseta.




domingo, 2 de septiembre de 2012

Taller de narrativa y poesía infantil en la Biblioteca Alberdi

El sábado 8 de septiembre realizaré el taller “Encuentro con la narrativa y la poesía infantil”. La cita es de 9 a 12 en la Biblioteca Alberdi, la entrada es libre y gratuita.
Se trata de un taller de exploración literaria que pretende encontrar, junto a los participantes, líneas de entrada a la poesía y a la narrativa infantil. Estará destinado a docentes de los niveles primario e inicial, bibliotecarios y otros mediadores de lectura, interesados en la problemática de la literatura infantil.

Sobre la capacitación, creo que las razones para leer Literatura siguen siendo muchas y personales. En el abanico de posibilidades, leer por placer, leer por evasión, leer porque sí, sigue estando la posibilidad de la lectura como disposición, como actitud de búsqueda, como territorio de reservado equilibrio. Como espacio de construcción y reconstrucción.

Los temas que se tratarán serán: El cuento y su implicancia en el camino del lector. El imaginario como espacio de encuentro. La lectura en voz alta. La poesía para niños. Nociones básicas para abordar un texto poético. Importancia de la poesía en la formación del lector. Pasos para acompañar la lectura de poesía. La lectura en voz alta.
Los espero.

María Cristina Ramos

miércoles, 29 de agosto de 2012

Encuentro de Arte y Escuela.


Agosto,








Más de 200 docentes y estudiantes de distintos puntos de la región.Experiencias, muestras y talleres. Maravillosa organización de un pequeño grupo de docentes del IFD 12 de Neuquén.
Participé con una ponencia y la lectura de fragmentos de mis libros más recientes.




martes, 21 de agosto de 2012

Escribir


            Un camino de hormigas, el papel plateado, una caja de botones, callecitas de la infancia. Entre una y otra tormenta de verano visitábamos a los tíos que vivían en el campo. Ella hacía galletas de miel, él criaba las abejas. Se metía en un traje de astronauta y exploraba las colmenas. A veces, sin traje, abría una y extraía un puñado de abejas rubias que recorrían sus dedos amorosamente, mientras nosotros, desde lejos, temblábamos de espanto.

         Teníamos vecinos misteriosos y otros, alegres y diáfanos. Tras la medianera vivía el médico del pueblo. Una vez por mes, el fantasma de una prima venía a visitarlo; se sentaba a los pies de su cama y le contaba de la otra vida. Nos dábamos cuenta porque ese día los pacientes esperaban en vano, y veíamos por las ventanas el resplandor de las velas, encendidas en los rincones. Otro vendía canarios. Tenía el pelo vaporoso y rojizo como el plumaje de los canarios de raza. Los criaba en un jaulón tan grande como una ciudad de pájaros, con fuentes y parques, plazas y escondites. Y los alimentaba con extrañas sustancias, granos de color intenso y polvos secretos para afirmar la ilusión. Ni muy cerca ni muy lejos, había una isla. Ni tan cerca ni tan lejos, el río, que ya no está, se abría en canales de riego. El agua devenía en árboles, los árboles en zorzales y jilgueros. 

         Los tíos más lejanos llegaban en tren. La estación era larga y la campana brillaba como bañada en azúcar cristal. El aire de la espera movía mi pelo y el banco de madera crujía, mientras mi hermano y yo columpiábamos los pies. Mi madre, mientras tanto, leía en la pequeña pizarra cuántos minutos habría de retraso, cuánto faltaba para que el tren resoplara por última vez y comenzaran a bajar los pasajeros. Nosotros nos empinábamos para divisar el sombrero del tío y el pañuelo de seda que mi tía usaba para saludar. Tal vez escribir sea repetir ese gesto, empinarse para ver también donde ven los otros, más allá de la medianera, por lo menos hasta los ojos de la gente, hasta la altura del ala del sombrero, en el límite del sol y la sombra; ese espacio donde la vida sucede a media voz. 

                                                                       María Cristina Ramos

domingo, 12 de agosto de 2012

El gallo azul.


El gallo azul quiere casarse
pero no sabe cómo hacer.
No hay novia azul ni hay una casa
que lo pudiera complacer.

Pica maíces de silencio,
porque no sabe contestar
a las preguntas que le hacen
las gallinitas del corral.

Entonces, se sube al techo,
se pone un traje de metal
y se convierte en la veleta
que marca un punto cardinal.



Maíces de Silencio. Editorial Ruedamares. Ilustraciones de Carlos Juarez.