lunes, 22 de octubre de 2012

Para las madres que habitan la memoria.



AGUAMADRITA


Dónde estarás me digo y me arrebujo
en los rincones donde me querías
donde nos amadrabas en silencio.
Oigo tu hablar cortado pasto limpio
arrancado a tirones de tu aliento
agua de viejo cauce agua valiente
de mi sola palabra aguamadrita.
Tu mano entrelejana me desbasta
de todas mis hendidas enterezas,
de tu sombra me vienen los veranos.
Mas te vas en sigilos nuevamente
madrugada de fábrica y sirena
y yo espero de angustia y sin abrigo
tras los postigos de una casa quieta.
Aguamadrita, el mundo se hizo añicos
y ando de tierra en tierra buscando sus pedazos.
Si ves pasar un ay guarda silencio
o mejor canta un poco con tu voz de mañana.
He perdido las brújulas sedosas de tu sangre
y llueve todo el día sobre mi libro abierto.


En un claro del mundo
María Cristina Ramos
Editorial Ruedamares, 2012


Foto: Para las madres que habitan la memoria.

AGUAMADRITA

Dónde estarás me digo y me arrebujo
en los rincones donde me querías
donde nos amadrabas en silencio.
Oigo tu hablar cortado pasto limpio
arrancado a tirones de tu aliento
agua de viejo cauce agua valiente
de mi sola palabra aguamadrita.
Tu mano entrelejana me desbasta
de todas mis hendidas enterezas,
de tu sombra me vienen los veranos.
Mas te vas en sigilos nuevamente
madrugada de fábrica y sirena
y yo espero de angustia y sin abrigo
tras los postigos de una casa quieta.
Aguamadrita, el mundo se hizo añicos
y ando de tierra en tierra buscando sus pedazos.
Si ves pasar un ay guarda silencio
o mejor canta un poco con tu voz de mañana.
He perdido las brújulas sedosas de tu sangre
y llueve todo el día sobre mi libro abierto.


                                                  De En un claro del mundo
                                                    María Cristina Ramos
                                                    Editorial Ruedamares, 2012


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