viernes, 8 de febrero de 2013

MÚSICA


Foto: La vida no me debe nada, tengo casa y tengo sueños. Tenemos un país. Tengo hijos y nietas, todos bellos de toda belleza, de dispares pero definidas bondades. Tengo amigas y amigos y algunos que dejaron de serlo. Tengo una familia escasa pero extendida, que se arborece en verdes estadías. Tengo y tuve primos, ese remedo de la hermandad, ese plagio de complicidades de la amistad. Tengo libros, tengo el reparo de la palabra. La vida no me debe nada. Pero cada vez que es tiempo como ahora de jazmines, y de nacimientos, vuelvo a empezar como si poco conociera, con la inocencia de cada día, con la mirada de mis más pequeñas. Vuelvo a disfrutar de la vida como novedad y primicia, como noviazgo de madurez. Y en este renacer están ustedes los que andan pasos parecidos, los que nadan en preguntas que nos unen, los que confían en días más justos, los que habitan conmigo este claro del mundo.


La vida no me debe nada, tengo casa y tengo sueños. Tenemos un país. Tengo hijos y nietas, todos bellos de toda belleza, de dispares pero definidas bondades. Tengo amigas y amigos y algunos que dejaron de serlo. Tengo una familia escasa pero extendida, que se arborece en verdes estadías. Tengo y tuve primos, ese remedo de la hermandad, ese plagio de complicidades de la amistad. Tengo libros, tengo el reparo de la palabra. La vida no me debe nada. Pero cada vez que es tiempo como ahora de jazmines, y de nacimientos, vuelvo a empezar como si poco conociera, con la inocencia de cada día, con la mirada de mis más pequeñas. Vuelvo a disfrutar de la vida como novedad y primicia, como noviazgo de madurez. Y en este renacer están ustedes los que andan pasos parecidos, los que nadan en preguntas que nos unen, los que confían en días más justos, los que habitan conmigo este claro del mundo.

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