viernes, 15 de marzo de 2013

De Cuentos del bosque

Cuentos del Bosque


-Sería bueno que esto fuera territorio de pájaros -dijo el cóndor.
-Pero cuando viene el cazador se convierte en tierra de nadie -dijo, con pena, Evaristo.
El cóndor se quedó un rato en la ronda, ala con ala. El ruido de su corazón retumbaba como los pasos de alguien perdido en la tormenta. Estaba quieto y callado como si no fuera el pájaro más grande del mundo, como si no supiera atravesar los cielos inmóviles de la cordillera, como si fuera un pequeño pájaro capaz de comer semillas en la mano de un niño. Después los miró como hermano a uno por uno, saludó y se fue.
Lo vieron subir hasta la cima del aire y sintieron miedo por él. Que la mira del cazador no lo alcanzara, que le respetaran la libertar de planear con la negra medialuna de sus alas, que pudiera sin peligro buscar el Oeste y perderse rumbo a la montaña.


María Cristina Ramos
Ilustraciones Marcela Calderón

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario: