viernes, 18 de julio de 2014

DIABLOS

El diablo mirando el agua
se detuvo en el reflejo.
-¡Ayayay! –dicen que dijo
su voz de lagarto viejo.

-¡Ayayay! –dicen que dijo,
subió al caballo y partió.
Al trotecito, brillaba
con extraño resplandor.

El zorro que lo veía
fue al agua con timidez.
-¡Ayayay! – dijo, mojando
las puntitas de los pies.

Y se fue a su madriguera,
y no se lo ha vuelto a ver
sino en las sombras calladas
que espiga el anochecer.

Ayayay –dicen- dijeron
presas de mucho estupor.
¿Qué habrán visto que salieron
tan apurados los dos?

Estos dos que no vacilan
ante una calamidad
y que riegan cada noche
sus semillas de maldad.

¿Vieron la araña del agua
que teje siempre un telón,
maravilla de cien hilos
que nadie teje mejor?

Es una araña que labra
lo que nadie quiere ver;
lo sujeta en dos estacas:
la del mal y la del bien.

¡Ayayay! Y es que el tejido
te muestra una sola vez
lo bueno que sería el mundo,
si el mundo anduviera bien.

"El mar de volverte a ver"

Fotografía F. Torres Otero 
www.panoramio.com

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