miércoles, 6 de febrero de 2013

LEJANOS OJOS


La puerta de vidrio refleja la fotografía.
La hija de mi hija ve dos veces al padre de mi padre,
se asoma a una imagen y a otra que no existe.
El sepia atestigua: nada ya de aquel pasado queda.
Sin embargo
la hija de mi hija se detiene
en un punto visible de mi casa
y con su mirada de absoluto presente
recupera esa mirada.
La que flota en algo que no ha sido vencido
por la nada del tiempo.


“En un claro del mundo”
Editorial Ruedamares, 2012

Foto: LEJANOS OJOS


La puerta de vidrio refleja la fotografía.
La hija de mi hija ve dos veces al padre de mi padre,
se asoma a una imagen y a otra que no existe.
El sepia atestigua: nada ya de aquel pasado queda.
Sin embargo
la hija de mi hija se detiene
en un punto visible de mi casa
y con su mirada de absoluto presente
recupera esa mirada.
La que flota en algo que no ha sido vencido
por la nada del tiempo.



                                                        María Cristina Ramos
                                                   De “En un claro del mundo”
                                                    Editorial Ruedamares, 2012


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