viernes, 1 de febrero de 2013

¿Somos lo que se lleva el viento?


Somos lo que se lleva el viento,
cristalitos de sal o el reflejo que hunde el remolino.
Fuimos los que amamos y ardimos de pelea,
los que al fin del día nos descarozábamos de sueños.
Fuimos maíz que buscó el aire en el traje ambicioso de octubre.
Fuimos siglos en salas de espera, abrazos emigrados,
fuimos celebración en la orilla de lo naciente.
Fuimos trigo venteado y fondo de río para el anclaje del silencio.
Fuimos oleaje sin decir y andanadas heridas de palabras.
Fuimos esto y lo otro y lo que nadie vio
y crecimos con ellos y ellos nos vieron reír y renacer.
Fuimos estación de olivar en el itinerario de la abeja,
huellas en la orilla de sedientos mares,
somos agua que pasó en el manantial.
Y luego partimos y el instante nos deja rielar
como semilla alada en el candil del aire,
y luego tal vez nada, lo que fuimos.


María Cristina Ramos

Foto: Somos lo que se lleva el viento,
cristalitos de sal o el reflejo que hunde el remolino.
Fuimos los que amamos y ardimos de pelea,
los que al fin del día nos descarozábamos de sueños.
Fuimos maíz que buscó el aire en el traje ambicioso de octubre.
Fuimos siglos en salas de espera, abrazos emigrados,
fuimos celebración en la orilla de lo naciente.
Fuimos trigo venteado y fondo de río para el anclaje del silencio.
Fuimos oleaje sin decir y andanadas heridas de palabras.
Fuimos esto y lo otro y lo que nadie vio
y crecimos con ellos y ellos nos vieron reír y renacer.
Fuimos estación de olivar en el itinerario de la abeja,
huellas en la orilla de sedientos mares,
somos agua que pasó en el manantial.
Y luego partimos y el instante nos deja rielar
como semilla alada en el candil del aire,
y luego tal vez nada, lo que fuimos.

¿Somos lo que se lleva el viento?


                                                           María Cristina Ramos

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