volaba mi corazón,
vino volando un jilguero
y en el aire lo cazó,
lo llevó preso de un hilo
que del cielo deshiló,
lo llevó como si fuera
una hojita de ilusión
y en algún cielo de sombra,
solitario lo dejó,
pues ha llegado a mi pecho
agobiado y sin color,
con un trino que recuerda
al de un pájaro cantor.
Nostra Ediciones
México 2009
Ilustraciones de Silvana Ávila. |
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